Concatedral de Santa María
Plaza de Santa María, s/n.
06800-Mérida.
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Estatutos del Cabildo de la Concatedral de Mérida
Cabildo de la Concatedral de Mérida
HISTORIA
Ya en época visigoda, se ubica en este lugar (aunque las dudas al respecto de su ubicación aún perduran) la conocida como iglesia de Santa María de Jerusalén, de rango metropolitano, y posiblemente una de las iglesias más relevantes en el ámbito peninsular durante los siglos de dominación visigoda, a tenor de la sobradamente conocida preponderancia de la ciudad emeritense en el campo político, religioso y cultural de la Hispania visigoda. A pesar de que no conservamos ningún vestigio material que atestigüe la configuración de esta primitiva iglesia, sí encontramos suficientes menciones a la misma en la que ha de ser una de las obras documentales fundamentales para el estudio de la Hispania visigoda, las Vidas de los Santos Padres Emeritenses, como para constatar su importancia. Además, conservamos en el Museo de Arte Visigodo emeritense, un epígrafe en mármol dedicatorio a dicha edificación en el que se nos constata su advocación.
En época islámica, el templo visigodo sufrirá un evidente proceso de ruina y abandono, sin existir indicios claros de su destrucción, como sí ocurrió en otros puntos de la geografía peninsular. En 1228 fue tomada definitivamente para la cristiandad la ciudad por parte del monarca Alfonso IX de León, contando con la importante ayuda de los caballeros de la Orden de Santiago, a cuyo dominio fueron otorgadas, entre buena cantidad del actual territorio extremeño, los dominios emeritenses. El cerramiento de las naves parece datarse, por su configuración, en un momento avanzado del gótico, por lo que las obras debieron avanzar a ritmos considerablemente pausados.
Hoy se nos presenta como un conjunto gótico arcaizante, es decir, un templo muy macizo y achaparrado, con sencillos pináculos en la cabecera. En su interior presenta tres naves, la central más ancha, con arcos ligeramente apuntados. Las tres naves están cubiertas desde el siglo XVII con bóvedas de aristas. Anteriormente las naves tenían un techo de armaduras de madera de gusto mudéjar. Sólo en algunas capillas y, sobre todo, en la cabecera, en la capilla mayor y la sacristía, se conservan arcos de tracería gótica. La iglesia tuvo originalmente pinturas en las paredes, como podemos ver en un fragmento que aún se conserva y en el que representa la misa de San Gregorio.
Las capillas pertenecieron a las familias más nobles de la ciudad. Hasta mediados del XIX la iglesia fue lugar de enterramiento para nobles de la ciudad. Así, a un lado de la cabecera y en la actual sacristía podemos ver los sepulcros de D. Diego de Vera y Figueroa y de su mujer, Dña. Marina Gómez de Figueroa. En el tramo inicial de la cabecera también podemos contemplar la imagen del Cristo de la O, patético Cristo tardogótico que es la imagen titular de las cofradías de penitencia locales. Se ubica en el lugar donde estuvo la tumba de Dña. Leonor de Austria, hermana de Carlos V, y que fue reina de Portugal y Francia.
En la capilla del Santísimo se encuentra la sepultura de Mons. Antonio Montero Moreno, quien fuera el primer Arzobispo de Mérida-Badajoz, desde 1994 hasta 2004, y que falleció el 16 de junio de 2022 a los 93 años de edad.