Presentada la Memoria anual “No son datos, son compromisos”

Bajo el lema “No son datos, son compromisos”, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, ha presentado hoy 30 de mayo, su memoria Institucional.

Una memoria que nos invita a revisar nuestro modelo social, nuestras estructuras, nuestra forma de consumo y especialmente nuestro compromiso con los más pobres y excluidos. Estamos llamados como sociedad a salir al encuentro de las personas con las que cada día compartimos e iniciativas, con valentía, creatividad, denuncia y acción.

Cáritas sigue apostando por un modelo de trabajo sostenible que, un año más, demuestra que es posible ofrecer un futuro digno a través de los procesos de acompañamiento y promoción de las personas más desfavorecidas.

Los datos nos indican que la situación parece haber mejorado, pero solo ligeramente. Corremos el peligro de que lo que parecía pasajero se convierta en estructural. De hecho, es habitual que tener un empleo haya dejado de ser un seguro contra le exclusión y condiciones laborales que hace unos años aparecían indignas ahora se han convertido en un privilegio perseguido por muchos.

Datos de atención

Durante el año 2017 se han atendido a 6.518 personas y se han beneficiado de las ayudas de Cáritas un total de 16.905 personas. Toda esta atención es posible gracias al trabajo generoso que en medios de tantas dificultades están haciendo tantas personas y entidades, Cáritas ha contado durante este pasado año con la colaboración de 1.808 voluntarios/as.

La atención a esta realidad se hace desde los 131 puntos de acogida y atención primaria que tiene Cáritas en nuestra diócesis. Además, Cáritas cuenta con dos centros residenciales; Centro Hermano en Badajoz, y el Centro Padre Cristóbal en Mérida, cuatro viviendas de convivencia y autogestión y un centro de Promoción y Empleo.

Durante el año 2017, Cáritas ha podido desarrollar más de 71 proyectos de (mayores, mujer, infancia, empleo, comercio justo…etc.) donde además de la atención primaria se realiza un trabajo de análisis de la realidad, formación, promoción del voluntariado, sensibilización y denuncia.

Para Cáritas, las parroquias han de ser el hogar familiar, que acoge con gratuidad a los hermanos/as que llegan a nuestra posada pidiendo que les escuchemos y atendamos sus demandas. No se trata solo de dar, hay que acoger, escuchar con respeto, tratar con cariño, acompañar, buscar juntos cuales son las soluciones idóneas.

Para el desarrollo de su acción, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, ha invertido durante el año 2017 más de 4 millones de euros, distribuidos a través de los distintos programas y proyectos, que permiten mejorar la vida de las personas con las que se trabaja. También con una mirada especial a las personas que están fuera destinando más de 450.000 euros a proyectos y acciones de Cooperación Internacional.

Participantes y perfiles

Los datos recogidos en esta memoria nos siguen hablando de un rostro de mujer de nacionalidad española en más de un 60%, con edades comprendidas entre los 25 y los 44 años.

La ayuda en alimentos básicos para toda la familia es la más numerosa 39%, y por lo tanto suponen las cuantías económicas más elevadas. Los gastos para la vivienda (sobre todo en alquiler) suponen el 17,3% del total de las ayudas ofrecidas.

El 31% de las personas que fueron atendidas en 2017 llevan más de 3 años recibiendo ayuda en nuestra Institución. Siendo las personas que llevan 1 o 2 años las más numerosas 53%, esto nos muestra que la mayoría de las personas que atendemos llevan menos de dos años recibiendo ayuda, siendo un indicador del elevado número de familias en situación vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.

Tu compromiso mejora el mundo

Una vez más esta Memoria, recoge el trabajo de tantas personas y entidades que posibilitan nuevas oportunidades, trabajando mano a mano con las personas y las comunidades, dentro y fuera de nuestras fronteras, potenciado sus capacidades y autonomía, brindándoles la oportunidad de planificar su futuro conforme a sus necesidades, acompañándoles y aprendiendo con ellos a establecer prioridades.

Esta memoria nos sigue invitado a:

  • Ser una sociedad con personas comprometidas, como modo de estar en el mundo, de entender la vida y compartirla.
  • Tomar partido en la historia de la humanidad y convertirnos en agentes de cambio de nuestra sociedad.
  • Necesitamos modelos de economía social sostenible, con principios de solidaridad y justicia, procurando el bienestar y el desarrollo de las personas y planteando el beneficio económico como un medio al servicio del objetivo principal: la inserción socio laboral de personas excluidas. Es decir, rentabilidad económica al servicio de la rentabilidad social”.
  • Necesitamos más personas, más organizaciones, más empresas y más administraciones públicas con las que entrar en diálogo para transformar la sociedad y modificar su mirada sobre la realidad de la pobreza y de las personas que la sufren.
Categorías: NoticiasPortada