Entrevista al Arzobispo de Mérida-Badajoz

collage entrevista Arzobispo (600 x 303)Termina el curso y es momento de valoraciones. Entrevistamos al Arzobispo de Mérida-Badajoz, Don Celso Morga,  que mira para atrás para hablarnos de su primer año de pontificado en la Archidiócesis.

¿Qué balance podemos hacer de este curso que estamos terminando?
Lo primero es decir que me siento muy contento en Mérida-Badajoz, agradezco la acogida que me han dispensado siempre, tanto los sacerdotes como los fieles, lo que hace que esté muy contento y animado para afrontar el nuevo curso.
Por lo que se refiere a este que estamos terminando, yo pondría el acento en que estamos en el Año de la Misericordia. Nombramos una serie de santuarios para poder ganar la indulgencia y vivirlo. Unido a este Año Jubilar está la labor social y de caridad con los más necesitados, por lo que asumimos tres proyectos (Zimbabue, Nicaragua y Cáritas diocesana) para los que se está recaudando dinero, incluso ya se ha sobrepasado la cantidad inicial que se programó, que eran 50.000 euros.

Se han incrementado las peregrinaciones, la participación en la Eucaristía y en el sacramento de la Reconciliación. Eso es vida para la comunidad diocesana y seguro que dará su fruto en el futuro.
Por supuesto, todo lo que es acercarse al Señor a través de los sacramentos y reforzar la vida cristiana, da sus frutos indudablemente. Este Año de la Misericordia, para mucha gente, ha sido un momento de encontrar a Dios o de reencontrarse con Dios más profundamente. Son medios que la Iglesia pone a nuestra disposición, tampoco son ni podemos esperar que sean panaceas que resuelvan todos los problemas, pero qué duda cabe que un año, como este de la Misericordia ayuda a reforzar la vida cristina y la vida de seguimiento de Jesucristo en toda la Diócesis y en la Iglesia Universal también.

Junto a los necesitados, usted hablaba cuando llegó de las familias y de las vocaciones como otras prioridades.
Sí, en ese sentido quiero destacar la labor que se está realizando desde la Delegación de Pastoral Vocacional para que el Señor pueda llamar a las vocaciones sacerdotales, que es como un objetivo transversal a todo lo que hacemos. Gracias a Dios, este año tendremos nuevos ingresos en el Seminario Mayor, si Dios quiere, y otros tres en el Menor.

Y además tendremos órdenes después de unos años. Eso, junto a los ingresos que ha habido en los tres o cuatro últimos años y esos que usted nos ha contado para este curso, suponemos que aportan esperanza en este terreno…
Yo espero mucho de la acción pastoral vocacional. En septiembre, si Dios quiere, tendremos la ordenación de diácono de un seminarista, de Kiko, y hacia Pascua será su ordenación sacerdotal, después de unos años sin ninguna. Si entran dos seminaristas mayores, al menos no baja el número de seminaristas, sino que crece, se quedarán seis en el Mayor. También los encargados de esta Pastoral me dicen que hay buenas perspectivas, sobre todo para el Seminario Menor, donde es posible remontar en pocos años. Más difícil es el Seminario Mayor, donde habrá que esperar un poco más, pero lo importante es que vayamos recuperando un poquito el tono, la calidad y el número de seminaristas.

¿Cómo va el nuevo Plan Pastoral?
Ya se han recogido las encuestas que se hicieron. Ha habido más de 3.000 respuestas, que son un material muy valioso para redactar y proponer los objetivos del Plan, que si Dios quiere estará redactado en enero. No es una cosa original, pero es necesario saber qué podemos obtener en un año pastoral, trabajar todos juntos en la consecución de ese objetivo.
Junto a estas cosas, está el normal funcionamiento de los organismos diocesanos, de la pastoral parroquial y diocesana, de llevar a cabo lo que nos habíamos propuesto al inicio del curso.

¿Dónde pone los acentos el Plan pastoral Diocesano?
Para el primer año será la comunión, todo lo que se refiere a la comunión entre nosotros, de vivir más en comunión, de trabajar más en equipo, de abrirnos los unos a los otros… ese será el primer objetivo concretado según las respuestas que hemos recibido.
Los otros tres años iremos repasando según el esquema de predicación, magisterio, sacramentos, vida litúrgica, acción pastoral o acción social-caritativa. Esas son las grandes líneas que después se irán concretando poco a poco.

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