Como cada año, durante los días 22, 23 y 24 de septiembre tendrá lugar en la parroquia de San Andrés Apóstol de Badajoz la celebración del solemne triduo en honor a la Virgen de las Mercedes. La devoción de la ciudad hacia esta imagen mariana hunde sus raíces en torno a 1725, fecha del primer documento que atestigua la presencia del culto a esta advocación en la parroquia.
Durante el siglo XIX se crea la “Congregación de Esclavos de Nuestra Señora de la Merced de Badajoz”, agregada a la Orden Seglar Mercedaria con sede en el Colegio de San Adrián de Roma.
La hermandad de la Virgen de las Mercedes fue una de las más florecientes de la ciudad, atesorando un interesante patrimonio material y espiritual que, tras su extinción, ya en los años noventa del pasado siglo, se conserva en la parroquia.
La imagen de la Virgen es una interesante talla de candelero de la segunda mitad del siglo XVIII, si bien su fisonomía actual corresponde a las dos intervenciones efectuadas en 1893 y en 1982 (esta última por José Rodríguez Rivero Carrera).
La Santísima Virgen se presenta a los fieles vestida de blanco —color del hábito mercedario que Ella misma impuso al fundador de la Orden, san Pedro Nolasco— y con escapulario, portando en sus manos unas cadenas de plata que aluden a su condición de Divina Redentora de Cautivos, haciendo referencia al primitivo carisma de la Orden. Para la ocasión, la Santísima Virgen luce el terno más antiguo que posee, formado por saya, manto y escapulario con piezas bordadas en oro sobre terciopelo y seda realizados durante el último cuarto del siglo XIX.