Bajo el título «Peregrinos y profetas de esperanza»

CARTA PASTORAL

CARTA PASTORAL (versión para IMPRIMIR)

PRESENTACIÓN CARTA PASTORAL

El arzobispo de Mérida-Badajoz, D. José Rodríguez Carballo, ha escrito una carta pastoral al comienzo de su ministerio episcopal entre nosotros dirigida a todos los sacerdotes, consagrados y laicos que peregrinan en esta Iglesia Particular.

En la carta de presentación de la misma, D. José afirma que con esta primera Carta Pastoral quiere aportar su «singular carisma franciscano, y gallego, a lo mucho y bueno que se viene haciendo en la transmisión del Evangelio» en nuestra tierra.

Desde el título de esta carta pastoral, «Peregrinos y profetas de esperanza», el Arzobispo de Mérida-Badajoz anima a «vivir con esperanza en medio de una realidad que necesita estímulos nuevos e incluso referentes sociales que ayuden a mirar el futuro con expectativas renovadas».

Dicha carta «consta de una breve introducción y cinco apartados, acompañados de una reflexión final a modo de conclusión. Los dos primeros apartados son de carácter más global y los otros tres forman un bloque en el que se concreta todo lo anterior referido de manera particular» a sacerdotes, vida consagrada y laicos. Así al principio D. José realiza una «mirada a nuestra tierra extremeña y sus gentes» con «una serie de datos que sirven de estímulo en nuestro compromiso creyente en ella».

En una segunda parte, el Arzobispo fija su mirada «en el interior de la propia Iglesia», tomando para nuestra archidiócesis las motivaciones misioneras que el papa Francisco expone en su exhortación apostólica Evangelii gaudium. Con él, D. José apuesta «por una Iglesia en salida, que es diálogo y coloquio, que quiere vivir de manera arriesgada, esperanzada, audaz y alegre, que se siente pobre, generosa, gratuita y servicial, que apuesta por ser comunitaria, sencilla y corresponsable y que quiere vivir desde la misericordia como rasgo identificativo».

En una tercera parte, se dirige de una manera particular a los sacerdotes, vida consagrada y laicos y pide a todos que se impliquen «en la consecución de este modelo de Iglesia». Además, propone para todos «la misma ilusión» que anima su «ministerio como pastor diocesano: estar muy atentos a la realidad en la que vivimos en el momento presente, observarla con realismo y ojos de misericordia y sentirnos esperanzados por el futuro».

Para ayudar a «realizar esa mirada y proponer cambios efectivos», en la Carta Pastoral se han incorporado unos cuestionarios que invitan a reflexionar personalmente y en grupos para revisar nuestras actitudes y replantearnos cómo llevar a cabo nuestra misión como Iglesia. D. José propone que se formen grupos en parroquias, asociaciones y movimientos para dialogar acerca de nuestra la actual y animarse mutuamente en la tarea misionera de la Iglesia.

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