Monseñor Celso Morga dirigiendo sus primeras palabras a los fieles de la Diócesis
Por la tarde, D. Celso Morga presidió su primera Eucaristía en nuestra Diócesis en la Concatedral de Mérida
A las 11,30 de la mañana de este sábado, 15 de noviembre, comenzaba en la Catedral de Badajoz la ceremonia de toma de posesión de Monseñor Celso Morga Iruzubieta como Arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz. La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo titular, Monseñor Santiago García Aracil, y concelebrada por cerca de 200 sacerdotes y 19 arzobispos y obispos, entre ellos el Arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Monseñor Antonio Montero, el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Renzo Fratini, el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Ricardo Blázquez o el Arzobispo de Madrid, Monseñor Carlos Osoro.
Al comenzar la ceremonia, el Nuncio de Su Santidad pidió que se presentaran al Colegio de Consultores las Letras Apostólicas del nombramiento del Arzobispo coadjutor. Tras ser presentadas, el Secretario Canciller del Arzobispado de Mérida-Badajoz, Carlos Torres, dio lectura al documento firmado por el Papa Francisco. Posteriormente Monseñor Renzo Fratini realizaba una alocución en la que felicitaba a don Santiago García Aracil y dirigía unas palabras de elogio al nuevo Arzobispo coadjutor, al que recordó las cualidades y la disposición que debe tener un obispo partiendo de las catequesis que el Papa Francisco dirige a los fieles en la tradicional audiencia de los miércoles en la Plaza de San Pedro. Entre esas cualidades señalaba una actitud de misericordia, alegría, compasión y credibilidad.
En su homilía, don Santiago García Aracil abundó en la tarea evangelizadora de la Iglesia, y definió al nuevo Arzobispo coadjutor como “un sacerdote íntegro y bien preparado. Monseñor Celso Morga, además de su preparación personal –dijo-, viene enriquecido por una larga experiencia en la atención a los sacerdotes como colaboradores del Santo Padre en la Curia romana”.
Don Santiago señaló que “La Santa Madre Iglesia, hablándonos a través de los últimos Papas, nos ha convocado de un modo especial a la inmensa y preciosa tarea de la evangelización”. En este sentido resaltó las dificultades de evangelizar “en este mundo, en este preciso momento histórico y en las circunstancias en que cada uno podamos encontrarnos”.
La Alocución de Monseñor Celso Morga llegaba al final de la Eucaristía. En ella, el nuevo Arzobispo coadjutor afirmaba que su misión será ofrecer a Cristo, ayudar a encontrarlo. Se refirió a la crisis de fe que padece nuestra sociedad, una situación que no debe quitarnos la esperanza ni la alegría, y pidió a todos que demos a conocer el Evangelio. A lo largo de su intervención volvió la mirada a San Agustín.
No ocultó que la nueva responsabilidad lo asusta y le preocupa, aunque cuenta con la ayuda y la oración de todos los fieles.
Sobre sus prioridades pastorales señaló a los sacerdotes, a los que pidió unidad, serán su ocupación principal junto con la promoción de las vocaciones sacerdotales y la familia; y, dentro de éstas, afirmó que atenderá prioritariamente a las que padezcan dificultades económicas a causa del paro y a las que tengan enfermos o ancianos que cuidar.
Finalizada la Eucaristía el nuevo Arzobispo coadjutor saludó personalmente a todas las autoridades y a todos los fieles presentes en la Catedral.
Eucaristía en Mérida
Mons. Celso Morga, en la Concatedral de Mérida
Monseñor Celso Morga presidió por la tarde en la Concatedral de Mérida su primera Eucaristía en nuestra Diócesis, a la que también asistió D. Santiago. Durante la homilía, el nuevo arzobispo coadjutor pronunció las mismas palabras que durante su toma de posesión en Badajoz. El templo de Santa María estaba lleno de fieles para acompañar a D. Celso en su primera visita a la capital extremeña.
