Asistieron sacerdotes, vida consagrada y laicos

Participantes en esta jornada de formación.

El pasado 11 de noviembre se celebró el encuentro de formación permanente para sacerdotes en la diócesis, una jornada que destacó por ser diferente porque, además de la participación habitual del clero, se convocó a miembros de la vida consagrada y a laicos, reuniendo a un total de 97 personas.

El encuentro, que se centró en la vocación, contó con la ponencia de Luis Manuel Romero Sánchez, sacerdote de nuestra diócesis y director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la CEE, quien abordó la cultura vocacional y realizó un recorrido sobre la importancia y el propósito de ésta en la pastoral de la Iglesia. Luis Manuel subrayó que toda la pastoral diocesana debe estar impregnada de vocación, enfatizando que la vida misma es una vocación que debe ser vivida siguiendo el estilo de Jesús, quien sale al encuentro de cada uno.

De izda. a dcha., Kiko Orán, delegado episcopal para las Vocaciones, Francisco Maya, vicario general, Mons. José Rodríguez, arzobispo de Mérida-Badajoz, y Luis Manuel Romero, director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la CEE.

Tras la charla inicial, los participantes disfrutaron de un «café vocacional», una dinámica en la que trabajaron en grupos y mesas redondas sobre diferentes fichas proporcionadas por la Conferencia Episcopal Española. Estas fichas estaban orientadas a la reflexión sobre el reconocimiento, la interpretación y la elección, con el objetivo de preparar el próximo Congreso de la Vocación, que se celebrará en febrero de 2024 en Madrid.

El ambiente del encuentro fue alegre y distendido, con los participantes compartiendo experiencias y disfrutando de una comida al final del evento. Las delegaciones organizadoras (Clero, Vida Consagrada y Vocaciones) expresaron su satisfacción con el desarrollo de la jornada y destacaron la importancia de que la vocación en la diócesis sea una responsabilidad de todos, siguiendo el mensaje del papa Francisco.

Esta jornada de formación fue una invitación a que todos los miembros de la Iglesia, desde sacerdotes hasta laicos, trabajen juntos para fomentar una cultura vocacional y vivir plenamente su llamada.

Francisco Javier Moreno, delegado episcopal para el Clero, dio la bienvenida a esta jornada.
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